miércoles, 10 de diciembre de 2014

Templo de Nuestra Señora de Loreto

Cúpula Iglesia de Señora de Loreto

Introducción

Parece ser un objeto arquitectónico más en la capital, pero el Templo de Nuestra Señora de Loreto muestra elementos arquitectónicos muy importantes los cuales hacen de ella una joya del Neoclásico en el centro de la Ciudad de México. 

El templo se encuentra en el corazón de la Ciudad de México en la calle de Loreto esq. con San Idelfonso, fue construida a mitad del siglo XVII por la orden de los Jesuitas; su construcción comenzó en 1809 y fue finalizada en 1816. 

Al frente existe un atrio que sirve como plaza de estilo Italiano de composición rectangular, a diferencia de las plazas españolas donde son totalmente cuadradas, como dato es la única plaza de la capital de este tipo después de la de Santo Domingo.

En un inicio el templo tenía una función de bautisterio que funcionaba para el templo de San Pedro y San Pablo, donde se tenía la imagen de la Virgen de Loreto. Su devoción fue creciendo y se decidió construir una capilla.

La construcción de ésta comenzó en 1685 con un periodo interrumpido, ya que los Jesuitas fueron expulsados del territorio en 1767 y tuvo como consecuencia su cierre, además la imagen de la Virgen de Loreto fue trasladada al Convento de la Encarnación.

Años más tarde el Conde Antonio Bassoco, personaje perteneciente a la nobleza, decidió construir una nueva iglesia en el mismo lugar donde estaba la capilla. Participaron para esto el Arquitecto Manuel Tolsá, el maestro de Arq. Ignacio Castera y Agustín Paz.  
Nave Principal con su acceso y coro

Análisis Arquitectónico 

Durante la construcción de la iglesia se emplearon dos tipos de piedras. Del lado oriente se usó piedra volcánica, del poniente y la fachada sur se empleó tezontle, asentado con arena y cal con un revestimiento de cantera, lo cual ocasionó que a pocos años de inaugurarse comenzara a presentar hundimientos causado por los diferentes pesos de los materiales. Al final tuvo como consecuencia que en 1832 fuera cerrada la iglesia por el temor a que fuera a colapsar. 

18 años después, en 1850, volvió a entrar en operación.

Dibujo de Lhaila Elvira Pérez Rodríguez

El proyecto fue diseñado totalmente por Tolsá, de estilo Neoclásico; aunque tuvo problemas con Antonio Bassoco y la obra fue puesta a cargo a Agustín Paz. Este último seguiría el plan de Tolsá, cumpliendo con los requerimientos que Bassoco exigía, con algunos cambios en la cúpula y en la fachada.

La planta de la iglesia consiste en una nave central con una bóveda de cañón corrido de 30 metros de alto. En la parte están cuatro capillas en forma de medio círculo localizado al frente el presbiterio, formando una planta con forma de hexágono que sirve para sostener la cúpula en la parte central; tiene  19 metros de diámetro y 10 metros de alto cuyo peso está apoyado en los muros de cada capilla.

La cúpula de estilo neoclásico más grande del país. (Foto: Reforma)

El interior cuenta con pilastras con capiteles jónicos que recorren toda la edificación. El entablamento cuenta con la arquitrabe y frisos donde se hallan medallones ovalados con elementos inscritos de la “Letanía Lauterana”. La parte superior finaliza con la cornisa, para comenzar con la bóveda, que cuenta con pintura mural.

La fachada es austera y sobria, perteneciente al Neoclásico. En la parte inferior de la fachada sur se cuenta con pilastras del orden dórico, en la parte central con columnas pareadas que enmarcan el acceso y la ventana del coro, mientras que en los extremos las pilastras cuentan con almohadillado y sirven para sostener las torres.

Después de la arquitrabe, el friso con triglifos y metopas, en la parte superior de la fachada se encuentra en la parte central la ventana del coro. Las pilastras continúan rematando con elementos rectangulares,  la parte superior la iglesia cuenta con la cornisa y con un frontón que tiene el símbolo de Dios en forma del “Ojo de la Providencia” y las dos torres del campanario que son de poca altura.

Dibujo de Lhaila Elvira Pérez Rodríguez

Estado Actual 

El estado actual de la iglesia es precario, a simple vista se puede ver la inclinación de ésta al nivel de la calle y su hundimiento dentro del templo. Esto es debido al uso de distintos materiales de diferentes pesos, que acabó por desvirtuar el espacio. Además existen grietas en algunas partes de la bóveda de la nave y en las pechinas, causadas por el peso de la cúpula y el hundimiento de la iglesia.

Las pinturas de las bóvedas se están perdiendo debido a su poco mantenimiento y la humedad que existe en la parte exterior. En la parte exterior se cuenta con plantas en el remate de la iglesia, residuos de palomas y humedad en la fachada.

La edificación ha sufrido los estragos del tiempo, el templo presenta fisuras y hundimientos y empeora debido al descuido, de éste. El poco mantenimiento que le brindan los habitantes y comerciantes de la zona este del centro de la ciudad a este recinto; en la calle colindante de la edificación hay actividad comercial en la parte este de la iglesia, provocando deterioro y la subutilización del espacio. Esto se suma al deterioro del entorno urbano de la colonia y de la plaza por la presencia de ambulantes, inseguridad y de drogadictos.
Planos: Aqupi.

sábado, 11 de octubre de 2014

El Nuevo Aeropuerto para la Ciudad de México

El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México


El Lago de Texcoco es muy diferente a lo que alguna vez fue en tiempos Aztecas, en aquel entonces era todo un sistema de lagos y canales que abarcaba gran parte del centro y suroriente de la Ciudad de México, los habitantes poco a poco fueron secando el lago para tener espacio para crecer hasta llegar al día de hoy, donde lo único que queda de ese gigante es tan sólo un vaso regulador, el Lago Nabor Carrillo y un enorme terreno completamente deshabitado e inutilizado de aproximadamente diez mil hectáreas donde alrededor de éste se encuentran cuatro millones de habitantes que se asentaron desde los años 50, en gran parte, de manera irregular, Chimalhuacán, Ecatepec, Ciudad Nezahualcóptl, Texcoco y Atenco.

La Ciudad de México y el Valle en 1778
Ha habido numerosos proyectos ambientales y de regeneración urbana para lo que queda del Lago de Texcoco, “La vuelta a la ciudad lacustre”, “México ciudad futura”, “Parque ecológico Lago de Texcoco”, entre otros todos con el objetivo de recuperar lo existente, construir cuerpos de agua, servicios para la zona y en algunos casos la construcción de un nuevo aeropuerto para atender la demanda en una capital como la nuestra.

El nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, proyecto ganador del famoso Arquitecto Norman Foster y Fernando Romero, con sus seis pistas moverá a 120 millones de pasajeros, será uno de los más grandes del mundo, con 4,600 hectáreas con una fecha estimada de inauguración para el 2020, sería el mayor proyecto de la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Uno de los grandes aciertos, refiriéndome a lo arquitectónico, es el concepto que manejó Foster, el escudo nacional, “un águila sobre un nopal devorado una serpiente, el recinto te recibe con un jardín de cactáceas y el techo evoca al águila con sus alas abiertas en una estructura ligera”[1], tiene una planta en forma de X como las que Foster ha manejado en otros proyectos aeroportuarios, sería el primer aeropuerto con certificación LEED Platino, amigable con el ambiente.

Específicamente hablando del aeropuerto y no de la zona Federal del Lago de Texcoco, hubo muchas propuestas tanto de arquitectos nacionales como internacionales, desde hace varios meses habían lanzado en varios portales de internet algunos proyectos como el de Teodoro González de León o el de Norten, no podemos olvidar que desde el 2000 ya se había propuesto la construcción del aeropuerto en esa zona, cancelado por los disturbios de Atenco y que acabó siendo la construcción de la Terminal 2 del aeropuerto actual.

Participaron varios despachos reconocidos a nivel mundial, como los ya mencionados Teodoro González y Alberto Kalach, Enrique Norten, Zaha Hadid y Francisco Serrano, Richard Rogers con Victor Legorreta, Sordo Madaleno y Bernardo Gómez Pimienta, todos manejaban el mismo estilo, un aeropuerto con una planta similar a la de Foster, un edificio con  identidad nacional, que represente al México actual, sustentable, amigable con la zona, las propuestas manejan un cuerpo central que termina dividiéndose en dos brazos para que exista un número mayor de puertas para abordar, Madaleno manejó un concepto distinto, toma la idea de la experiencia del pasajero, la sustentabilidad junto con la abstracción de Paseo de la Reforma con su vegetación, áreas comerciales y la atmósfera que se genera al recorrerla.



Todas las propuestas son conscientes, el aeropuerto se colocará en un terreno difícil y con el objetivo de tener el menor impacto posible para lograr regenerar el Lago de Texcoco, los proyectos cuentan con especificaciones técnicas y solucionan el gran problema de colocarlo en un terreno salitroso, inestable.

El proyecto completo del Lago incluye la regeneración de 3,000 hectáreas, lo que son aproximadamente cuatro bosques de Chapultepec, junto con nuevos cuerpos de agua, conectores pluviales, 24 plantas de tratamiento de aguas, y kilómetros de tuberías para evitar inundaciones en la zona urbana y el nuevo aeropuerto[2], incluso se piensa en un ordenamiento urbano en lo que sería el viejo aeropuerto para construir un nuevo parque metropolitano, nuevos centros comerciales, deportivos y lugares de empleo de carácter comercial[3].

Ya en aspectos más políticos, es extraño que hayan elegido al proyecto de Foster y F. Romero “a la mexicana”, sin explicación y al dedazo, el proyecto fue anunciado en Palacio Nacional en septiembre de 2014, no se dieron a conocer otros proyectos ni aclararon aspectos más técnicos. Foster es uno de los mejores arquitectos de nuestros días y eso no se pondría en duda, ha proyectado muchos aeropuertos, en cambio F. Romero, Yerno de Slim, es conocido por realizar el polémico y poco funcional Museo Soumaya y Plaza Carso.

Hubo mucha discreción y silencio para la elección de este concurso que pone en riesgo la imagen de esta administración y está en duda la calidad de este proyecto cuando tenemos como referencia otras obras magnas de administraciones pasadas con grandes fallas, la mega biblioteca José Vasconcelos, la Cineteca Nacional, la Estela de Luz, el Senado de la República o la más reciente, la Línea 12 del metro, presentan goteras, inundaciones, desvío millonarios de recursos y fallas dentro de las obras que a pesar de estar actualmente en uso, tuvieron en su momento muchas críticas negativas en el país.

Cineteca Nacional inundada después de unos meses de su remodelación

A pesar de esto último, el nuevo aeropuerto es sin duda un proyecto necesario y urgente, recuperar la zona oriente de la ciudad, evitar totalmente la proliferación de nuevos asentamientos irregulares y proyectar de una manera más consciente para esta ciudad, necesitamos de un aeropuerto en la ciudad con esas dimensiones a pesar de las críticas de donde será colocado, pero también es urgente traer de vuelta el lago para la rehidratación de los mantos acuíferos, el regreso de la flora, fauna de la región y evitar el crecimiento descontrolado de esta ciudad.



[1] El águila sobre el nopal, el diseño del nuevo aeropuerto.
  http://www.obrasweb.mx/arquitectura/2014/09/03/el-aguila-sobre-el-nopal-el-diseno-del-nuevo-aeropuerto
[2] Ventajas ecológicas del nuevo aeropuerto del DF http://www.cnnexpansion.com/economia/2014/09/05/las-caracteristicas-verdes-del-nuevo-aeropuerto
[3]¿Qué ocurrirá alrededor del nuevo aeropuerto? http://www.milenio.com/politica/obras_nuevo_aeropuerto-aeropuerto-AICM-Texcoco-proyecto_aeropuerto_0_366563638.html

Twitter: @exa_hernandez